No es difícil caer en el sedentario cuando se padece Parkinson. La falta de equilibrio, el miedo a las caídas o problemas en la marcha hacen que aparezcan miedos y tendencia a estar inactivo.
Un estudio muestra como la inactividad o una actividad física baja se asocia a la gravedad de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, en ocasiones se intenta compensar con algún tipo de ejercicio intenso ese sedentarismo.
La actividad física diaria más que ejercicio intenso de manera ocasional está vinculado a una menor gravedad de los síntomas motores.
Está demostrado que una vida sedentaria ( sofá, sillón, televisión y a dormir) no es sana y tiene un impacto negativo tanto a nivel de salud física como a nivel mental. Esto todavía se agrava más en el caso de las personas con enfermedad de Parkinson.
En este estudio se investigó la relación entre el tiempo sin ejercicio con la gravedad de los síntomas motores en 48 personas con enfermedad de Parkinson durante un período de 4 semanas.
Los resultados demuestran que la actividad física disminuye la gravedad de los síntomas motores. Es decir y dicho a la inversa, un mayor sedentarismo puede explicar un aumento en la gravedad de los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson.
Los investigadores concluyen en que es beneficioso para controlar los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson, incorporar un programa actividad física, un cambio del estilo de vida aumentando la actividad física semanal.
Parkinsonism Relat Disord. 2015 Aug 28. pii: S1353-8020(15)00366-1. doi: 10.1016/j.parkreldis.2015.08.027. [Epub ahead of print] http://goo.gl/3GT7GO