El sedentarismo y la inactividad física son términos que a menudo se confunden. Por sedentario se entiende el acúmulo de tiempo en el que se realizan actividades de baja intensidad física y por tanto baja demanda metabólica, tales como leer, ver la televisión o estar sentado delante de un ordenador. Paradójicamente, es posible realizar un nivel de actividad física adecuado con un alto nivel de sedentario, si el mismo se combina con periodos de actividad física intensa durante el día.
A pesar de que la inactividad física ya se había demostrado como un factor asociado a mayor mortalidad en personas con EPOC, no se había investigado todavía la posible relación entre sedentario y mortalidad. Un estudio realizado por un grupo de investigadores brasileños se ha fijado este objetivo.
Para el análisis se incluyeron 101 personas con EPOC entre los años 2006 y 2011 y se les hizo un seguimiento hasta el año 2015. Las variables que se estudiaron mediante el uso de monitores de actividad, fueron el requerimiento metabólico diario de la actividad (variable que se asocia a la intensidad) , tiempo diario dedicado a actividades sedentarias y tiempo diario dedicado a actividades con consumo metabólico por debajo de determinados rangos.
De las personas estudiadas, 41 fallecieron a lo largo del seguimiento. El análisis de los factores vinculados a estas muertes concluyó que el mayor tiempo dedicado a actividades con baja demanda metabólica se asociaba a mayor mortalidad. En concreto, la relación más fuerte se daba en las personas que realizaban actividades sedentarias durante más de 8,5 horas diarias. Esta asociación se produce de forma independiente a la actividad física total realizada durante el día.
Para los autores del estudio, está claro que éste abre el camino para investigar las relaciones entre actividad física y riesgos con una perspectiva diferente y que no contemple únicamente la actividad física total realizada durante el día.