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Para controlar el dolor de la Artritis Reumatoide deberá evaluarse el bienestar psicológico además de medir la actividad de la enfermedad, según los resultados de un nuevo estudio.
A pesar del amplio arsenal terapéutico disponible en el mercado para el tratamiento de la Artritis Reumatoide (AR), un alto porcentaje de pacientes experimentan dolor entre moderado e intenso, por lo que el control del dolor sigue siendo una preocupación o necesidad no cubierta de estos pacientes.
El dolor persistente en la Artritis Reumatoide es un fenómeno complejo y multifactorial. Los trastornos emocionales y las consecuencias que la enfermedad tiene sobre la calidad de vida pueden tener un impacto importante sobre la percepción y la intensidad del dolor experimentado por estos pacientes.
Una publicación previa (Lee 2014) identificó diferentes grupos de pacientes con Artritis Reumatoide según el dolor, la inflamación, la fatiga y los factores psicosociales. Entre ellos, se caracterizó un subgrupo de pacientes con una inflamación mínima pero con mucho dolor, fatiga y angustia psicosocial.
Un estudio francés de reciente publicación (Vergne-Salle 2020), en el que participaron 295 pacientes con Artritis Reumatoide de 7 centros diferentes, realiza una evaluación del dolor y los diferentes componentes tales como, la actividad de la AR, el estado funcional y emocional del paciente y el tratamiento en relación con el dolor experimentado.
En este estudio los participantes tenían la Artritis Reumatoide bien controlada. Más de la mitad de los pacientes se encontraban en estado de remisión o con baja actividad de su enfermedad. Sin embargo, más del 38% de los participantes presentaban dolor moderado y más del 13% dolor intenso. Una alta proporción de los pacientes utilizaban tratamientos analgésicos y corticoides para controlar el dolor.
En este estudio los pacientes utilizaron una mayor proporción de calificadores emocionales para describir su dolor que calificadores sensoriales, destacando así la importancia del factor emocional en el dolor de la Artritis Reumatoide. El dolor afectó sobre todo a su vida laboral, al sueño y al estado de ánimo. Además un alto porcentaje de pacientes padecían de ansiedad y/o depresión.
El estado inmunológico o los tratamientos no fueron diferentes entre los pacientes con dolor moderado o intenso y los pacientes con dolor leve o sin dolor.
Y, por último, los investigadores no han encontrado ninguna relación significativa entre el dolor y la duración de la enfermedad o los daños estructurales en las articulaciones.
En resumen, según los resultados de este estudio, más de un tercio de los pacientes con Artritis Reumatoide padecen dolor de moderado a intenso a pesar de una alta proporción de pacientes en tratamiento biológico. El dolor está asociado con la actividad de la Artritis Reumatoide, pero también con la depresión y la ansiedad.
Dado la fuerte asociación entre el dolor y los trastornos psicológicos (depresión/ansiedad) se debería ofrecer a los pacientes un análisis y valoración más personalizado y, posiblemente, evitar la escalada terapéutica en el tratamiento de la Artritis Reumatoide. El vínculo entre ansiedad/depresión y el dolor persistente sugiere un enfoque más amplio de valoración y tratamiento de estos pacientes.
ARTRITIS REUMATOIDE
A proposito de este articulo, hace mas de 13 años que tengo artritis reumatoide, me considero afortunada,porque la enfermedad hasta el dia de hoy, con epocas mejores y peores, me ha permitido llevar una vida normal. Lo que si que tengo mas que comprobado es que mi estado animico y sobretodo mi nivel de estres influye directamente en los sintomas de mi artritis. Si yo me siento tranquila, mi enfermedad tambien lo esta, no tengo inflacion ni dolor, si me estreso o angustio, alguno de mis dedos se acaba inflamando, o mis muñecas o siento dolor y molestias.
Totalmente de acuerdo.
A mí me me pasa lo mismo. Tengo la artritis controlada con biológico pero ahora, con el tema de la pandemia, me estresé mucho, he pedido apetito, peso, estoy más cansada,… Consecuencia: la artritis controlada, pero hay días que se inflama alguna articulación, dolores musculares, fatiga, en fin el rollo habitual.
totalmente de acuerdo.