La Organización Mundial de la Salud define a la Educación Terapéutica como: «un proceso que consistente en actividades educativas llevadas a cabo por profesionales de la salud para ayudar a los pacientes y a sus familiares a realizar correctamente su tratamiento y para prevenir las complicaciones evitables mientras se mantiene o se mejora su calidad de vida». Los objetivos fundamentales de esta educación son aportar información, proporcionar conocimientos prácticos para mejorar el cumplimiento del plan terapéutico y, sobre todo, para modificar el comportamiento de los pacientes.
Se ha demostrado que la educación terapéutica contribuye eficazmente a: prevenir complicaciones, mejorar el cumplimiento del tratamiento y aumentar la calidad de vida de pacientes con diferentes enfermedades crónicas, tales como diabetes, asma, enfermedades cardiovasculares, etc.
Por otro lado, con la aparición de los fármacos anti-TNF se han aumentado significativamente las opciones de tratamiento para los pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas como la Artritis Reumatoide, la Espondilitis Anquilosante y la Artritis Psoriásica. Sin embargo, la adherencia o correcto cumplimiento a estos tratamientos no es la deseada.
Estudios previos nos informan que cumplen correctamente el tratamiento con anti-TNF el 75% de los pacientes con Artritis Reumatoide, el 65% con Espondilitis Anquilopoyética y el 70% de aquellos con Artritis Psoriásica.
Actualmente se reconoce la Educación Terapéutica del Paciente como una herramienta crucial para la gestión de las enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas.
Se han publicado los resultados de un estudio retrospectivo francés en el que se incluyeron casi 200 pacientes (113 de Artritis Reumatoide; 73 de Espondilitis y 7 de Artritis Psoriásica) que seguían tratamiento con anti-TNF con la administración de un inyectable a la semana, cada 15 días o una vez al mes en el que todos los participantes recibieron Educación Terapéutica por parte de una enfermera durante 4 años.
La educación terapéutica ofrecida en este estudio era en base a tres modelos o grupos según tipo de formación: Grupo 1 solo información; Grupo 2 educación terapéutica individual; Grupo 3 sesiones de educación terapéutica individuales y grupales .
Los resultados de este estudio demuestran que los pacientes con una educación terapéutica en sesiones individuales mejoran la adherencia al tratamiento anti-TNF subcutáneo.
Es necesaria la Educación Terpéutica para ayudar al paciente a adquirir los recursos necesarios y así poder gestionar su vida con una enfermedad crónica adecuadamente.