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13 diciembre, 2021 in-pacient.es

 

El dolor es un síntoma común entre los pacientes con enfermedad de Parkinson y tiene un impacto significativo sobre su calidad de vida. Según estudios previos entre el 40% y el 85% de los pacientes con Parkinson sufren de algún tipo de dolor, entre ellos el dolor musculoesquelético (afecta a articulaciones y músculos), el dolor neuropático que implica a nervios periféricos o al sistema nervioso central, el dolor por distonia o contracciones musculares involuntarias que resultan dolorosas, y otros tipos de dolor.

El dolor en la enfermedad de Parkinson puede aparecer en cualquiera de las etapas de esta enfermedad. Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad la aparición de dolor es más frecuente debido a otros factores adicionales como son las anomalías posturales, la aparición de depresión/ansiedad, las disquinesias o alteraciones del movimiento con aparición de movimientos involuntarios y no controlados por los pacientes, etc.

Un nuevo estudio investiga la frecuencia y los factores que influyen en  aparición del dolor fluctuante, que es aquel que va y viene o que aparece y desaparece en pacientes con Parkinson.

Según los resultados de este estudio el dolor es un síntoma frecuente entre los pacientes de Parkinson. El dolor fluctuante aparece más frecuentemente en aquellos pacientes que llevan años de evolución de la enfermedad de Parkinson, es decir un Parkinson de inicio temprano, con mayor gravedad de la enfermedad y mayor frecuencia de presencia de disquinesia.

Es más que probable que entre los pacientes con una enfermedad de Parkinson más avanzada, aparezcan signos de “desgaste” ( o que necesiten mayor dosis de fármacos) ya que son pacientes que han recibido tratamiento con levodopa durante un periodo de tiempo más prolongado.

Tanto el desgaste como las disquinesias son factores que pueden asociarse a la aparición de dolor fluctuante.

Por otro lado, a medida que avanza la enfermedad aumentan las complicaciones como aparición de síntomas depresivos. A veces la depresión causa hiperalgesia o aumento de la sensibilidad al dolor, y puede ser una de las causas del dolor crónico. Además, el dolor también puede llevar a la depresión. Por lo tanto, tanto dolor como depresión a menudo coexisten entre los pacientes con Parkinson.

Estudios anteriores han demostrado que el dolor en los pacientes con Parkinson es un factor independiente de reducción de la calidad de vida.

Este estudios nos muestra que el grupo de pacientes con dolor fluctuante pueden mejorar el dolor en respuesta a la medicación dopaminergica, y nos sugiere que este tipo de pacientes requieran de un tratamiento más agresivo.

En conclusión, y dado que el dolor es un síntoma frecuente y con alto impacto sobre la calidad de vida de los pacientes con Parkinson, es necesario evaluar el dolor antes y después del tratamiento, adecuar la suplementación de levodopa y considerar posibles modificaciones según cada individuo, especialmente en el grupo de pacientes con dolor fluctuante.

 

Kurihara K et al. Fluctuating pain in Parkinson’s disease: Its prevalence and impact on quality of life eNeurologicalSci 2021 Dec, Vol 25: 100371

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