Los trastornos del sueño son un problema común en la enfermedad de Parkinson y contribuyen al deterioro de la calidad de vida de estos pacientes. Identificar y tratar estos síntomas es vital en el cuidado de estos pacientes, según una reciente publicación.
Hasta un 98% de las personas con Parkinson pueden presentar alguna alteración del sueño con un deterioro significativo del bienestar diurno.
La dificultad de conciliar y mantener el sueño puede ser un trastorno que se asocia a la propia enfermedad. Aunque también puede presentarse como consecuencia de síntomas motores o no motores del Parkinson o como efectos secundarios de fármacos antiparkinsonianos.
Un sueño nocturno pobre puede contribuir a una somnolecia diurna excesiva que puede llevar a mayor probabilidad de caídas, un comportamiento impulsivo y un bajo rendimiento en las actividades diarias (especialmente importante para la conducción automovilística). La calidad del sueño a menudo empeora con la progresión de la enfermedad de Parkinson.
Algunos trastornos del sueño pueden preceder incluso a la aparición de los síntomas motores y/o al diagnóstico de Parkinson. Los trastornos del sueño de la enfermedad de Parkinson más comunes incluyen: el insomnio, la apnea obstructiva del sueño (obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño), los trastorno de movimientos periódicos de las extremidades, síndrome de piernas inquietas (necesidad de levantarse o caminar por sensación incómoda en las piernas) y nicturia (levantarse varias veces durante la noche por necesidad de orinar)
Los pacientes con Parkinson con alteraciones del sueño pueden sufrir de somnolencia diurna, fatiga o somnolencia repentina y pueden ser más propensos a estar involucrados en accidentes de tráfico.
Una mala calidad de sueño también aumenta el riesgo de trastornos afectivos lo que puede llevar a problemas piscológicos.
Si tienes Parkinson y experimentas alteraciones del sueño, es importante que sepas que podrían ser parte de la enfermedad y que existen formas y medios para poder combatirlas. Si te aseguras un buen descanso, te sentirás mejor. El médico puede ajustar la dosis de la medicación o distribuir las tomas a lo largo del día, de forma que no interfieran con el sueño. ¡Coméntalo con tu médico!
Nosotros, como pacientes, podemos intentar combatir estos síntomas nocturnos con pequeños cambios. Te ofrecemos, en forma de infografía, algunos consejos para mejorar los posibles trastornos de sueño. Puedes ver la infografía aquí https://goo.gl/XpzXl5
Mejorar la calidad del sueño con tratamiento farmacológico o no farmacológico ayuda a mejorar la calidad de vida, el bienestar general y la independencia de las personas con Parkinson