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Son varios los factores implicados en el origen y la gravedad de la enfermedad de la enfermedad de Crohn entre ellos figuran: alteraciones en el sistema inmunitario o sistema de defensa de nuestro organismo, alteraciones en el microbioma, susceptibilidad genética y factores ambientales. Por otro lado, el Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica asociada al estrés psicológico.
Sabemos que las personas que viven con Crohn experimentan numerosos síntomas psicológicos. Estos trastornos psicológicos pueden estar presentes tanto al inicio (cuando aparece la enfermedad), como durante la progresión de la misma. El malestar psicológico puede tener un importante impacto debido a su capacidad de modular el proceso de la inflamación.
Los resultados de investigaciones previas nos ayudan a comprender que las intervenciones a nivel psicológico ayudan a mejorar la inmunidad y, a su vez, mejoran la salud general, ya que los procesos del sistema inmunitario están influenciados por factores neurocognitivos, conductuales o de conducta y por factores psicosociales.
Actualmente disponemos de varios tratamientos disponibles para reducir los trastornos psicológicos (incluidos el estrés, la ansiedad y la depresión) en pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).
Un nuevo estudio ha tenido como objetivo determinar si la reducción del estrés mediante una intervención cognitivo-conductual basada en la atención plena (o también llamada mindfulness) tiene impacto sobre la calidad de vida relacionada con la salud y los síntomas psicológicos de pacientes adultos con Crohn leve y moderado y si esto se relaciona con variaciones en los marcadores del proceso inflamatorio.
En este estudio se midieron los niveles de marcadores inflamatorios en sangre y una amplia gama de parámetros psicológicos relacionados con el estrés y el bienestar de pacientes con Crohn antes y después de la intervención cognitivo-conductual basada en la atención plena. Los marcadores inflamatorios se compararon también con pacientes sanos de la misma edad y género. En este estudio, esta intervención estuvo acompañada de cambios en los marcadores inflamatorios.
Por otro lado, aquellos pacientes que al inicio del estudio presentaron niveles más altos de marcadores inflamatorios, predijeron la eficacia de este tipo de intervenciones frente al estrés, de tal forma que un alto nivel de inflamación se relacionó negativamente con cambios en la actividad de la enfermedad y de la angustia psicológica después de la intervención.
En conclusión, los pacientes con enfermedad de Crohn tienen un perfil inmunológico característico que se relaciona con el estrés psicológico y la gravedad de la enfermedad.
Intervenciones cognitivo-conductuales basadas en la atención plena inducen resilencia al estrés en pacientes con Crohn, lo que afecta positivamente no sólo a su bienestar, sino también al proceso inflamatorio asociado a su enfermedad.
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