La Artritis Reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que a menudo se asocia con discapacidad. A pesar de los nuevos tratamientos, el dolor y las limitaciones en la actividad diaria todavía están presentes en estos pacientes. Un estudio investiga cómo describen el dolor las personas con esta enfermedad y cómo gestionan la complejidad del dolor en su vida diaria.
En los últimos 20 años han cambiado mucho las estrategias del tratamiento de la Artritis Reumatoide. Un diagnóstico precoz, el uso de FAMEs y la introducción de fármacos biológicos, han llevado a que muchos pacientes tengan una actividad de la enfermedad reducida y menor discapacidad. Sin embargo, y a pesar de las nuevas estrategias de tratamiento, todavía se comunica discapacidad, lo que indica que se necesitan otras intervenciones, y otros profesionales para complementar la medicación existente.
Una gran parte de pacientes con Artritis Rematoide comunican dolor moderado y/o elevado. En especial, las mujeres con enfermedad establecida, perciben el dolor como un importante deterioro de su calidad de vida.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) lo define como «una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada con un daño tisular, real o potencial, o descrita en términos de dicho daño» esto da legitimidad a que el dolor sea una experiencia individual y personal de cada individuo que sufre dolor. Por lo tanto, la descripción que una persona realiza sobre su dolor no puede ser cuestionada.
El dolor de la Artritis Reumatoide está fuertemente relacionado a limitaciones en las actividades de la vida diaria y menos en relación con la actividad de la enfermedad.
Según el grado de dolor, algunos pacientes tienden a realizar menos actividades domésticas, de trabajo u ocio. En otros casos, los pacientes tienen que cambiar o adaptar sus actividades. El dolor de la Artritis Reumatoide durante las actividades diarias conduce a grandes alteraciones en la vida de la persona.
Los principales resultados de este estudio son:
- El dolor en la Artritis Reumatoide puede expresarse de varias maneras diferentes, tales como un sentimiento fuerte y abrumador, dolor o rigidez.
- Los pacientes tienen diferentes estrategias para aliviar y adaptarse al dolor.
- Un entorno social puede servir de apoyo con el fin de controlar el dolor, pero también puede tener el efecto contrario.
Todo esto reafirma la necesidad de una intervención multidisciplinar o de varios profesionales de la salud, para hacer frente a estas experiencias y llegar a gestionar el dolor de forma individual o personalizada para cada paciente, en el que también se tenga en cuenta su entorno social.
Bergström M et al. ‘Like the worst toothache you’ve had’ – How people with rheumatoid arthritis describe and manage pain. Scand J Occup Ther. 2017 Jan 5:1-9. doi: 10.1080/11038128.2016.1272632. [Epub ahead of print] goo.gl/iwtx6M