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3 abril, 2017 in-pacient.es

Mantener el ritmo de la marcha es un proceso automático y no requiere esfuerzo en individuos sanos, pero en personas con Parkinson esto requiere de una atención exigente y se ve afectado si además de caminar intentamos hacer otra tarea secundaria, como por ejemplo hablar. Disminuir o alterar el ritmo de la marcha hace que ésta sea menos eficaz y pueda llevar a la caída.

Se sabe que las regiones del cerebro que controlan los movimientos también son responsables de procesar la rítmica o el ritmo de los mismos.

Se ha establecido que la música es una técnica eficaz para mejorar y restaurar el ritmo de la marcha. Sin embargo, la necesidad de usar un dispositivo con auriculares puede ser una dificultad para el uso continuado por parte de los pacientes y en especial durante las caminatas cortas como sucede en el hogar, lugar donde las caídas ocurren comúnmente.

Por otro lado, la música o una canción determinada ofrece un ritmo fijo que puede no adaptarse a las carencias de esa persona, reduciéndose así su eficacia. La voz por el contrario, puede adaptarse a cada persona y a cualquier circunstancias  tales como inicio de la marcha, un giro o una parada.

De esta forma aunque está bien establecido que la estimulación auditiva rítmica externa (escuchar música o marcaje de un ritmo) puede ser una herramienta eficaz para estabilizar la marcha en Parkinson, poco se sabe si las señales auditivas autogeneradas como el canto del propio paciente, tienen el mismo efecto beneficioso sobre la marcha en el Parkinson.

Un estudio comparó los patrones de la marcha de 23 personas con enfermedad de Parkinson de leve a moderada utilizando música, canto, cantar con música y hablar.

En una sola sesión se vió que el canto mientras los pacientes caminaban no alteró significativamente la velocidad, la longitud de la zancada o la cadencia (o sucesión regular de los sonidos o movimientos que se va repitiendo en un período de tiempo determinado).  Esto indica que este sistema, cantar mientras se anda, no es excesivamente exigente para las personas con Parkinson. Además el caminar era menos variable cuando las personas cantaban frente a las otras condiciones planteadas en este estudio.

Por el contrario el realizar una doble tarea verbal afectó negativamente al rendimiento de la marcha. Es decir, caminar y conversar al mismo tiempo empeora la marcha en Parkinson

Por lo tanto los investigadores de este estudio concluyen que cantar mientras se camina, puede ser una técnica prometedora para mejorar la marcha en personas con Parkinson.

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Harrison EC et al. The feasibility of singing to improve gait in Parkinson disease. Gait Posture. 2017 Feb 14;53:224-229.

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