Un estudio de reciente publicación sugiere que las madres con Esclerosis Múltiple que optan por amamantar a sus bebés durante al menos 2 meses tienen menos probabilidad de recaída de la enfermedad durante los 6 primeros meses después del parto.
La mayoría de las investigaciones actuales indican una reducción de brotes de la Esclerosis Mútliple (EM) durante el embarazo, especialmente en el segundo y tercer trimestre.
De hecho la concepción, el embarazo y el parto no parecen verse afectados por la EM. Pero, por otro lado, existe una alta probabilidad de posibles recaídas de la enfermedad durante los 6 primeros meses después del parto y esto está bien documentado.
Durante el embarazo existe un aumento de los niveles de corticosteroides y de proteínas que actúan como «inmunosupresores naturales» (sustancias que inhiben o suprimen al sistema inmunitario o de defensa).
Después de dar a luz, estos beneficios naturales se reducen y las hormonas regresan a sus niveles normales, como estaban antes del embarazo y esto lleva a que aproximadamente entre un 20 y 30% de las mujeres con EM, experimentan una recaída de su enfermedad entre los primeros 3-4 meses después del parto.
El efecto de la lactancia sobre el riesgo de recaídas de la EM durante el período posparto es controvertido.
Para clarificar el papel de la lactancia materna exclusiva, se ha realizado un estudio en Alemania con un total de 201 mujeres con EM a las que se les realizó un seguimiento de un año después de dar a luz. Este estudio examina también si la introducción de suplementos de alimentación se asocia con reactivación de la EM para confirmar la hipótesis de que “la lactancia materna exclusiva actúa como un tratamiento con fecha de finalización natural”.
En este estudio se define la lactancia materna exclusiva como aquella que se realiza sin alimentación suplementaria en alguna de las tomas durante los dos primeros meses (59,7% de las participantes). También se estudian las mujeres que optan por lactancia materna mixta (20,9%) (lactancia materna más alimentación complementaria en alguna de las tomas), o aquellas que realizan una alimentación del bebe sin lactancia materna (19,4%).
La mayoría de las participantes de este estudio habían estado bajo tratamiento con terapia modificadora de la enfermedad antes del embarazo.
Resultados:
Las mujeres embarazadas con EM que optaron por lactancia materna exclusiva, durante al menos 2 meses, tuvieron un riesgo significativamente menor de recaída durante los 6 primeros meses después del parto en comparación con aquellas que no optaron por este tipo de lactancia.
La actividad de la enfermedad aparece de nuevo en la segunda mitad del año después del parto en las mujeres que adoptan lactancia materna exclusiva, correspondiendose con la introducción de la alimentación complementaria para la alimentación del bebe y el retorno de la menstruación.
Existe una razón biológica contundente para distinguir entre la lactancia materna exclusiva y la mixta ya que la introducción de alimentos complementarios llevan a cambios hormonales en la mujer con el retorno de la ovulación. Durante la lactancia materna exclusiva, la secreción de hormonas suprime el crecimiento de óvulos en los ovarios y conlleva un período sin ovulación y sin menstruación. Poco después y a medida que la lactancia materna se reduce, cuando 1 o 2 tomas al día se van sustituyendo por alimentos complementarios, vuelve a existir actividad ovárica y con ello la ovulación. Es entonces cuando puede haber una reactivación de la EM.
Estos resultados sugieren que la lactancia materna exclusiva actúa como un tratamiento moderadamente eficaz con fecha final natural.
La recaída dentro de los 6 primeros meses posteriores al parto puede verse disminuida por la lactancia materna exclusiva, pero una vez se va introduciendo la alimentación complementaria la EM puede volver a aparecer.
Este estudio proporciona pruebas de que se debe apoyar a las mujeres con EM que se decidan por una lactancia materna exclusiva ya que no aumenta el riesgo de recaída después del parto.
En la práctica clínica se debe promover la lactancia materna durante los 6 primeros meses de vida, debido a los efectos beneficiosos tanto para la madre como para el bebé.
Hellwig K et al. Exclusive Breastfeeding and the Effect on Postpartum Multiple Sclerosis Relapses. JAMA Neurol. doi:10.1001/jamaneurol.2015.1806 Published online August 31, http://goo.gl/XdJQYr