La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo crónico de naturaleza progresiva. Esta enfermedad se manifiesta de diferentes formas según la edad de aparición, la progresión, la respuesta al tratamiento y síntomas experimentados.
El Parkinson se caracteriza por síntomas motores (lentitud de movimientos, temblor, rigidez, etc.) y síntomas no motores (ansiedad, depresión, trastornos del sueño, problemas gastrointestinales, alteraciones en el sentido del olfato, la voz, etc.).
En 2017, una organización benéfica de Reino Unido especializada en las artes, creó una empresa del bienestar Parkinson’s Dance para ayudar a controlar las emociones en personas con Parkinson, mejorar sus perspectivas y sus vidas. Se diseñaron sesiones de baile para ofrecer tanto a los pacientes de Parkinson como a sus cuidadores movimientos regulares que ayuden a las personas con Parkinson a mejorar su equilibrio, coordinación, flexibilidad y confianza. También se diseñaron con el objetivo de ofrecer la oportunidad a los asistentes de socializar y crear así un marco de apoyo.
Se realizaron sesiones semanales durante todo un año. Se llevaron a cabo en un salón comunitario con cocina. Las sesiones duraron 90 minutos que comprendieron 75 minutos de baile seguido de 15 minutos de socialización con la toma de un refrigerio en un área tipo cafetería en el salón. El objetivo era proporcionar un entorno divertido, estimulante y de apoyo a través del cual las personas con Parkinson puedan explorar y desarrollar el movimiento y sus expresiones. Se realizaron actividades como marchas con personas saludándose y conectando físicamente a través de “choca esos cinco” o como pareja de baile. Todas las actividades estuvieron acompañadas de música de diferentes tipos.
El propósito de esta investigación fue averiguar cómo las actividades de baile pueden traducirse en experiencias de bienestar en personas con Parkinson. Este estudio demostró que este tipo de herramientas, como el proyecto Parkinson’s Dance, fue un recurso eficaz para el bienestar.
Las pacientes experimentaron la actitud de “si se puede”, diversión, disfrute, conexión social, ejercicio, movimiento coordinado con música, mejoras en su equilibrio, flexibilidad, coordinación y confianza que hacen aliviar los síntomas y aprender cosas nuevas.
Estos hallazgos se suman a la base de evidencia sobre los beneficios del baile para personas con la enfermedad de Parkinson y propone al baile como un recurso de bienestar para estos pacientes.
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