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Estudios anteriores ya habían propuesto que las experiencias adversas en la infancia aumentan el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple (EM) en etapas posteriores de la vida. Ahora una revisión sistemática ha explorado la correlación entre las experiencias adversas en la infancia y el desarrollo de EM, la edad de aparición, la calidad de vida en pacientes con EM y las tasas de recaída.
Las adversidades en la primera infancia se refieren a la amplia variedad de situaciones estresantes que un individuo puede atravesar en esa etapa de la vida; entre ellas se incluyen el maltrato infantil, la pérdida o el divorcio de los padres y otras formas de disfunciones familiares. Su aparición se asocia a episodios de depresión y ansiedad, que pueden empeorar y precipitar una disfunción cognitiva, contribuyendo a varios trastornos en la edad adulta.
Los estudios que exploran el impacto del estrés en el cerebro han demostrado alteraciones estructurales y funcionales en las áreas prefrontales y límbicas del cerebro en respuesta al estrés. Las investigaciones relacionan además el estrés físico y mental con la hiperactivación del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal, que puede conducir a la desregulación de la respuesta inmunitaria. Varias investigaciones también apoyan una correlación entre las experiencias adversas en la infancia y peores resultados de salud en la edad adulta, incluido el desarrollo de diversas enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y un aumento de las citoquinas proinflamatorias.
Dado que las adversidades en la infancia también están asociadas con la desregulación inmune, cada vez más estudios apoyan una asociación entre éstas y algunas enfermedades autoinmunes. Algunos de los estudios se centran particularmente en la asociación con la EM. Por ello tanto, no resulta extraño que se haya intentado hacer una revisión sistemática para obtener una visión general de todos los estudios publicados que relacionan las adversidades en la infancia con la EM en la vida adulta.
Para llevar a cabo la revisión se realizaron búsquedas en diferentes bases de datos y se recuperaron los estudios pertinentes. La población incluyó individuos adultos (mayores de 18 años) que habían sido diagnosticados o estaban en riesgo de desarrollar EM y también tenían antecedentes de adversidades en la infancia. El diseño pretendía identificar principalmente los riesgos de desarrollo de EM, la edad de inicio de EM y la tasa de recaída de EM en pacientes que estuvieron expuestos a diferentes tipos de adversidades.
Se incluyó un total de 11 estudios en la revisión. Uno solo de los estudios ya informaba que entre 300 mujeres diagnosticadas con EM, 71 (24%) referían antecedentes de abuso en la infancia; además, con investigaciones posteriores, se concluyó que estas experiencias estaban asociadas con el desarrollo de EM. Los malos tratos que se producían 2-3 veces por semana se asociaban a un riesgo 18,81 veces mayor de padecer EM en comparación con la muestra de personas que no habían sufrido adversidades. La tasa de recaídas de EM era sustancialmente mayor en los casos graves de adversidades en la infancia en comparación con los individuos que no informaron de ninguna.
Los autores concluyen la revisión sistemática afirmando que los resultados apoyaron una asociación significativa entre las adversidades en la infancia y el desarrollo de EM. Estas experiencias también influyen en la calidad de vida de los pacientes con EM y se asocian con el uso de andador, ansiedad, síntomas de fatiga y coeficiente intelectual premórbido. Esta revisión también demuestra que las adversidades múltiples conducen a la aparición temprana de EM y que la gravedad de las mismas está relacionada con las tasas de recaída de la EM. También plantean la necesidad de llevar a cabo futuros estudios, preferiblemente ensayos controlados aleatorizados, para investigar la asociación en muestras de gran tamaño. Entre sus recomendaciones finales figura el ofrecer apoyo de salud mental y recursos adecuados a los pacientes con EM como una forma posible de contribuir a mejorar los resultados del tratamiento y la calidad de vida relacionada con la salud.
ESCLEROSIS MULTIPLE
