Una mejora en la salud percibida por el paciente de Artritis Reumatoide puede no ser suficiente con el control de los síntomas clínicos por sí sólo, los pacientes consideran que su salud ha mejorado según los valores del dolor y la fatiga.
El objetivo del tratamiento actual en la Artritis Reumatoide es suprimir la inflamación para prevenir o minimizar el daño articular y en consecuencia la discapacidad articular asociada. Por lo tanto, el tratamiento optimo se valora según la reducción del grado de actividad de la enfermedad o bien alcanzar la remisión. Sin embargo las medidas de la actividad de la enfermedad no siempre corresponden con la percepción de salud por parte de los pacientes. Por ejemplo, se ha observado en varios estudios que los pacientes pueden percibir alta actividad de la enfermedad y no presentar signos bioquímicos de ésta.
Por lo tanto, sabemos poco sobre hasta qué punto el tener buenos resultados clínicos con un tratamiento se traduce en mejora percibida por el paciente.
Se han publicados los resultados de un estudio cuyo objetivo ha sido evaluar la percepción de mejora de la salud por parte de los pacientes con Artritis Reumatoide después de 1 año tratamiento.
La mayoría de los pacientes de este estudio tuvieron una respuesta positiva, o mejora clínica, según criterios de establecidos. Sólo una minoría de estos pacientes mostró progresión radiográfica clínicamente relevante. Sin embargo, y a pesar de la buen respuesta clínica, más de un tercio de los participantes comunicaron que su percepción era que su salud no había mejorado en absoluto después de los 12 meses de tratamiento.
Según los resultados de este estudio, sólo la reducción de los valores del dolor y la fatiga a lo largo del estudio era lo que mejor diferenciaba a los pacientes que consideraban que su salud había mejorado gracias al tratamiento en comparación con los que consideraban que no había mejorado.
Se sabe, por estudios previos, que el alivio del dolor y la fatiga son objetivos importantes del tratamiento actual en la Artritis Reumatoide. Sin embargo, también se conoce que estos dos síntomas, dolor y fatiga, pueden persistir a pesar de tener la enfermedad clínicamente controlada.
Con estos resultados se demuestra que los valores de dolor y fatiga pueden explicar por qué los pacientes que responden clínicamente al tratamiento no siempre pueden percibir mejora en su salud.
En conclusión, se debe controlar y tratar el dolor y la fatiga, independientemente y además de controlar la actividad de la enfermedad en la Artritis Reumatoide temprana.
Seria maravilloso que el servicio andaluz de salud pensara lo mismo. El servicio de reumatologia de Córdoba solo les importan q los niveles estén dentro de los parámetros establecidos. Si comentas q estas muerta de dolor q no puedes a penas ni hacer tu vida diaria con normalidad, te argumentan q esta enfermedad es así. Solo nos queda aguantarnos…..no hay mas!!!