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La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), que engloba tanto a la enfermedad de Crohn como la Colitis Ulcerosa, ha cobrado especial importancia en los últimos años debido al aumento de número de casos y el gran impacto económico y social que genera. Estas enfermedades afectan de forma significativa a la vida de los pacientes dado su carácter crónico, en ocasiones incapacitante, y que evoluciona con la alternancia de periodos de brotes o actividad de la enfermedad y períodos de remisión o silencio de la misma.
Los factores psicosociales inciden en el curso y la evolución de estas enfermedades. Se ha comprobado que conocer estrategias de afrontamiento juega un papel fundamental para la adaptación y aprendizaje de vivir con EII.
Las estrategias de afrontamiento son procesos cognitivos y comportamientos específicos que utilizan los pacientes cuando se enfrentan a una situación de estrés como es el vivir con una enfermedad crónica. El paciente establece la forma en la que puede o no afrontar y adaptarse a su condición.
Cuando nos enfrentamos a una situación de estrés, un reto o amenaza, algunas personas dudan de su capacidad para afrontarla y temen el daño que pueda ocasionarles. Esta es una respuesta inadecuada al estrés. Sin embargo, el uso de un afrontamiento activo requiere de un esfuerzo por parte de los pacientes para actuar frente al afrontamiento pasivo.
En términos generales, el afrontamiento se refiere a los esfuerzos psicológicos y de conductas realizados por un individuo para tolerar, manejar o minimizar situaciones estresantes. Se han descritos dos tipos de estrategias de afrontamiento: las centradas en la solución del problema y las centradas en las emociones.
En general, las personas que utilizan estrategias de afrontamiento activas se inclinan más por resolver el problema. Cuando las estrategias de afrontamiento activo son efectivas, contribuyen en la calidad de vida, en el bienestar físico, psicológico y social del individuo, mejorando posteriormente su adaptación. Por otro lado, los pacientes que utilizan estrategias de afrontamiento pasivo ante los cambios suelen verse invadidos por el miedo, la ansiedad y el malestar ya que se sienten amenazados. Con respecto al afrontamiento centrado en las emociones se asocia con peores resultados psicológicos que el afrontamiento centrado en el problema.
El proceso de afrontamiento puede tener consecuencias positivas si las situaciones estresantes se superan adecuadamente. Esto requiere que los pacientes aumenten su capacidad de adaptarse a la enfermedad y se vean a sí mismos como autoeficaces, experimentando así menos síntomas psicológicos negativos.
La autoeficacia o eficacia percibida por el propio individuo es cómo se siente uno mismo y juzga personalmente sus propias capacidades para manejar las situaciones de la vida en función de los recursos que posee, estimulando o inhibiendo su conducta. Las personas con altos niveles de autoeficacia se adaptan mejor a diferentes situaciones de la vida. Tener un alto nivel de autoeficacia mejora la confianza en uno mismo y sus capacidades, lo que contribuye a incrementar el bienestar emocional, la calidad de vida y el afrontamiento de situaciones estresantes.
Cuando los esfuerzos de los pacientes se dirigen a controlar la enfermedad siguiendo el tratamiento recomendado, la dieta, los hábitos etc., se reduce la probabilidad de sufrir un brote. Esto nos lleva a que los pacientes se sienten capaces de realizar todas aquellas acciones que estimulan una buena gestión de la enfermedad.
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal es una enfermedad compleja y crónica que crea situaciones incómodas y difíciles. Por lo tanto, las personas con esta enfermedad tienden a evitar el contacto social para reducir el riesgo de cualquier situación incómoda. Por lo tanto, el apoyo social es fundamental ya que facilita el ajuste a la enfermedad e influye en la adherencia al tratamiento y a la adaptación psicosocial de la enfermedad.
Un nuevo estudio concluye que existe la necesidad de reforzar el apoyo social a las personas con enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa. Estas personas utilizan estrategias centradas en las emociones con más frecuencia que las estrategias centradas en el problema y utilizan un afrontamiento más pasivo que activo. Y por último, el nivel de autoeficacia se correlaciona positivamente con el uso de estrategias de afrontamiento activo y viceversa. Por todo esto, estos investigadores sugieren que el tratamiento de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal debe incluir acciones encaminadas al desarrollo de estrategias de afrontamiento activas y socialización de los pacientes.
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