El objetivo de un estudio ha sido comprender la percepción de la actividad física de personas con Artritis Reumatoide, explorar sus necesidades y deseos, e identificar cómo se puede aumentar el nivel de actividad física en estas personas.
Realizar actividad física comporta muchos beneficios para todos y, en especial, para las personas con Artritis Reumatoide. Estos beneficios incluyen: mejor salud cardiovascular, aumento de la fuerza, mejor salud de las articulaciones y aumento de su capacidad funcional y también mejoran los síntomas asociados a la Artritis Reumatoide tales como, dolor, fatiga y rigidez, lo que implica una mejor calidad de vida en relación a la salud. Sin embargo, la investigación sugiere que la mayoría de las personas con esta enfermedad no realizan actividad física suficiente que les permitan lograr estos beneficios.
Los pacientes tienen una experiencia personal de la enfermedad que no está disponible para la mayoría de los investigadores, por lo tanto para realizar una propuesta adecuada y aceptable se necesita analizar la experiencia y el conocimiento de los pacientes.
Este nuevo estudio trata de explorar el punto de vista de las personas con Artritis Reumatoide mediante el análisis exhaustivo de sus respuestas a través de una entrevista.
A partir de los datos se identificaron cuatro temas principales: el punto de vista y la experiencia de actividad física de los participantes (ser activos), factores que impiden o permiten su actividad física (identificación de las barreras), la información y asesoramiento sobre ejercicio físico y la forma en la pueden ser apoyadas las personas con esta condición crónica.
- Las experiencias de la actividad física varió entre los participantes; Sin embargo, hubo un mensaje claro “en la actualidad, no se proporciona información y asesoramiento suficiente sobre la actividad física a las personas con Artritis Reumatoide en relación a su condición”.
- Establecerse objetivos realistas y un seguimiento de la actividad física fueron factores importantes para los participantes de este estudio.
- Algunos participantes sugirieron que una actividad en ambiente de grupo puede ser el medio más adecuado ya que permite la realización de ejercicio y la interacción con otras personas.
- La actividad no debería ser en un entorno hospitalario. Muchos de los participantes consideraron que el ámbito hospitalario podría ser un ambiente negativo asociado a enfermedad y ser visto siempre como “paciente”.
- Los participantes expresaron sus temores en relación con el aumento de los síntomas como el dolor, miedo de causar más daño a sus articulaciones por ser demasiado activo y miedo a caídas por problemas del equilibrio, que a su vez limitan el comportamiento de la actividad física.
Reflexionando sobre los resultados de este estudio, es evidente que las personas que tienen Artritis Reumatoide tienen diferentes y variados puntos de vista sobre la actividad física. Existe una falta de información y conocimiento sobre la actividad física con Artritis Reumatoide, lo que contribuye a la incertidumbre y las creencias negativas sobre el ejercicio.
La evidencia científica muestra que la actividad física de alta intensidad no es perjudicial para las personas con Artritis Reumatoide
Por lo tanto, promocionar un cambio en el comportamiento de estos pacientes en beneficio de realizar mayor actividad física es importante en la gestión de esta enfermedad crónica y es una de las principales preocupaciones de los profesionales sanitarios.
Larkin L et al. ‘It might hurt, but still it’s good’: People with rheumatoid arthritis beliefs and expectations about physical activity interventions. J Health Psychol. 2016 Mar 8. pii: 1359105316633286. [Epub ahead of print] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26962132