Criterios diagnósticos de la Esclerosis Múltiple de Poser
Estos criterios eran una herramienta utilizada anteriormente por los neurólogos para diagnosticar la esclerosis múltiple. Fueron desarrollados por un equipo dirigido por el Dr. Charles Poser y se publicaron en 1983. Los criterios de Poser establecieron el marco para el diagnóstico de la EM hasta que fueron sustituidos por los actuales criterios de McDonald, que reflejan el avance del uso de la resonancia magnética (RM) en el diagnóstico de la EM.
Al igual que los actuales criterios de McDonald, el principal requisito para diagnosticar la EM con los criterios de Poser era encontrar pruebas de daños en el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) que se habían producido en diferentes momentos (diseminación en el tiempo) y en diferentes zonas (diseminación en el espacio). Los criterios de Poser se desarrollaron antes de que las resonancias magnéticas se convirtieran en una parte establecida del diagnóstico de la EM. Sin embargo, utilizaron nuevas pruebas de laboratorio, como las pruebas de potenciales evocados para observar la velocidad de los mensajes nerviosos y las punciones lumbares para recoger y analizar el líquido de la médula espinal.
Poser definió diferentes niveles de certeza en el diagnóstico de la EM, ya sea definitiva o probable.
- Esclerosis múltiple definida clínicamente: requiere pruebas de dos recaídas, cada una de las cuales dure más de 24 horas y se produzca con más de un mes de diferencia, junto con pruebas clínicas de lesiones en dos lugares del sistema nervioso central.
- EM definitiva apoyada por el laboratorio: requiere la evidencia de dos recaídas y una lesión o una recaída y dos lesiones, ambas apoyadas por la evidencia de una punción lumbar que muestre más bandas de proteínas de lo habitual en el líquido cefalorraquídeo.
- Esclerosis múltiple clínicamente probable: lo mismo que lo anterior, pero sin pruebas de una punción lumbar.
- EM probable apoyada por el laboratorio: requiere la evidencia de dos recaídas, apoyada por una punción lumbar, pero sin evidencia de lesiones.
Algunos ensayos clínicos antiguos hacen referencia a estos criterios y es posible que personas que llevan muchos años viviendo con EM hayan sido diagnosticadas con ellos.