Información general sobre la enfermedad
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad crónica autoinmune que cursa con desmielinización o pérdida de la mielina del sistema nervioso central que se compone de cerebro, médula espinal y nervio óptico.
La esclerosis múltiple afecta más a las mujeres que a los hombres. Suele comenzar entre los 20 y los 40 años pero se puede observar a cualquier edad.
A nivel mundial hay más de 2,5 millones de personas diagnosticadas de Esclerosis Múltiple, en Europa se cuentan 700.000 y en España unas 47.000.
Cada año se diagnostican 1.800 nuevos casos en nuestro país, de los cuales, el 70% corresponden a personas en edades comprendidas entre los 20 y los 40 años, lo que la convierte en una de las enfermedades neurológicas más comunes entre los jóvenes, aunque existen formas precoces y también tardías de la enfermedad.
El término esclerosis, procede del griego, significa tejido endurecido o cicatriz. Los episodios recurrentes de la enfermedad conllevan a la destrucción repetida de la mielina en muchos sitios (múltiples sitios) del sistema nervioso, por eso se denomina “Esclerosis Múltiple”
Los nervios o células nerviosas están rodeados por un material graso llamado mielina, un aislante de las fibras nerviosas que las protege y hace que aumente la velocidad de la trasmisión de la información enviada desde el cerebro al resto de nuestro organismo para que éste funcione.
En el caso de la Esclerosis Múltiple sabemos que existe una respuesta inflamatoria anormal y que nuestro sistema inmunitario ataca a la mielina ya que la reconoce como algo extraño, aun no siendo así. Esto es una respuesta inmunitaria aberrante, no normal.
En las recaídas se produce ese proceso inflamatorio y ataque a la mielina formando unas cicatrices. En algunas ocasiones esa mielina se recupera totalmente, pero tras repetidos procesos inflamatorios se formará una cicatriz. Estas cicatrices afectarán a la conducción de los impulsos eléctricos o trasmisión de la información que viaja a lo largo de la fibra nerviosa hasta el resto de órganos. Estos impulsos quedarán enlentecidos o distorsionados dando lugar a los síntomas de la Esclerosis Múltiple.
Los episodios pueden ocurrir en intervalos variables de tiempo. Ni hay un síntoma ni una prueba diagnóstica específica que indique la presencia de Esclerosis Múltiple.
La enfermedad tiene distinta evolución en cada persona y no sigue un curso predecible.