Diagnóstico de la Artritis Reumatoide
El diagnóstico de la artritis reumatoide no es sencillo ya que puede comenzar con síntomas muy leves como dolor en las articulaciones y un poco de rigidez matutina síntomas comunes a otras enfermedades en su fase inicial.
Normalmente si su médico de cabecera tiene sospecha es muy probable que le remita a un especialista, en este caso el reumatólogo para que realice un diagnóstico exacto y le proponga un plan de seguimiento específico la enfermedad.
Para confirmar el diagnóstico de AR, el médico, además de hacer un buen historial clínico y familiar, realizará un examen físico completo y pruebas diagnósticas como son: análisis de sangre y radiografías.
Historial clínico
El clínico, a lo largo de las visitas periódicas, realizará una serie de preguntas para establecer un correcto diagnóstico y etapa de la enfermedad. Esto junto con una exploración clínica son los pilares fundamentales del diagnóstico y control de la artritis reumatoide.
Por este motivo es muy importante que prepares tus visitas y que puedas responder con criterio y seguridad a todas esas preguntas que te van a realizar a lo largo de la visita. Ese es muy buen momento también para que expongas a tu médico tus inquietudes, tus dudas y tus pensamientos. Sabemos que una visita médica, en ocasiones, se resumen en unos minutos es por eso que queremos facilitarte este proceso y te ofrecemos un documento “Guía de preparación de una visita al médico en Artritis Reumatoide” que te ayudará a preparar tus visitas con tu médico.
Análisis de sangre
En los análisis de sangre existen unos marcadores específicos llamados anticuerpos reumatoideos, que suelen estar presentes en los pacientes con AR.
Un análisis de sangre de una persona con artritis reumatoide presenta:
- Anemia (escasa cantidad de glóbulos rojos)
- Proteína C reactiva (PCR): es un parámetro indicador de la actividad inflamatoria en la fase aguda. Se emplea para el control de la respuesta al tratamiento en un paciente con artritis reumatoide. Lamentablemente no es muy específica ya que se pueden encontrar valores normales de PCR en un tercio de los pacientes con artritis reumatoide.
- Factor reumatoideo (FR): es un anticuerpo (o proteína de la sangre) que se encuentra en aproximadamente el 80% de los pacientes con artritis reumatoide, pero tan sólo en el 30% al inicio de la enfermedad.
Las concentraciones más elevadas se asocian a estadios avanzados de la enfermedad. No se relaciona con la actividad inflamatoria es decir que no se considera un marcador de fase aguda de la enfermedad. Este FR también está presente en otras enfermedades e incluso en individuos sanos. No es específico de la Artritis Reumatoide. - Anticuerpos contra péptidos cíclicos citrulinados (anti-CCP) son otro tipo de auto-anticuerpos o trozos de proteínas que se encuentran en el 60 o 70% de los pacientes con AR. Es más específico que el FR y su medición tiene un valor pronóstico de la enfermedad. Sus niveles elevados de manera prolongada se asocian a una evolución menos benigna de la enfermedad.
- Velocidad de sedimentación globular (VSG) elevada o Índice elevado de sedimentación de eritrocitos (examen de sangre que mide el tiempo que tardan los glóbulos rojos o eritrocitos en depositarse en el fondo de un tubo de ensayo) Este parámetro suele estar aumentado en aquellas personas que tiene una inflamación o una infección crónica. En la mayoría de los pacientes con artritis reumatoide confirma el nivel de inflamación en las articulaciones
Radiografías
Las imágenes de las radiografía pueden ayudar a detectar la artritis reumatoide pero podría ser imágenes prácticamente normales al inicio de la enfermedad. Suelen ser más útiles en el seguimiento de la enfermedad avanzada.
No existe una única prueba que determine con certeza la artritis reumatoide, así que los médicos se ayudaran de los síntomas que explique el paciente, de la exploración física en el momento de las visitas, los resultados de los análisis y las imágenes radiográficas para poder realizar un diagnóstico definitivo.
En algunos casos el médico necesita de otras exploraciones complementarias para confirmar el diagnóstico, como por ejemplo una tomografía computarizada (TC/TAC), una resonancia magnética (RM) o un análisis del líquido articular (o líquido sinovial)
Es muy importante un diagnóstico precoz, es decir que la identificación de Artritis Reumatoide se realice en las fases iniciales de la enfermedad. Se ha demostrado que el inicio del tratamiento en estas fases tempranas mejora el control de la evolución y con ello la calidad de vida de las personas afectadas.
No siempre es fácil y rápido establecer un diagnóstico definitivo de la enfermedad, por lo que a veces el facultativo debe realizar un diagnóstico diferencial, solicitar pruebas y exploraciones complementarias para tener la suficiente certeza que está ante una Artritis Reumatoide y no otra entidad que curse con inflamación de las articulaciones y el resto de manifestaciones extraarticulares.
Posterior a la identificación de la Artritis Reumatoide se precisa de un seguimiento, con visitas médicas sucesivas y quizás repetición de las pruebas médicas de inicio para ver la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. En esta etapa tanto el paciente como su entorno tiene un papel muy importante ya que tendrá que ofrecer la información al médico en cada visita de cómo se encuentra, cómo está cumpliendo la medicación, comentar el máximo de detalles posibles para colaborar con el médico y tener un juicio más certero e individualizado para cada paciente.
Recuerda:
In-pacient.es te ofrece, en el apartado recursos y utilidades, la “Guía de preparación de una visita al médico en Artritis Reumatoide” que te ayudará a preparar tus visitas con tu médico.