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Una nueva publicación analiza la evidencia científica encontrada hasta el momento sobre el tratamiento no-farmacológico de la ansiedad y la depresión en pacientes adultos con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).
Las manifestaciones clínicas y físicas de la EII (Crohn o Colitis Ulcerosa) son bien conocidas, incluyen: diarrea, fiebre, fatiga, dolor abdominal, disminución del apetito, pérdida de peso y sangre en las heces. Sin embargo, un alto porcentaje de estos pacientes experimentan otros síntomas, no tan reconocidos, como son la ansiedad y la depresión.
Son muchos los factores que pueden contribuir a la aparición de ansiedad y depresión en los adultos con EII. Entre otros, la actividad de la enfermedad, el género femenino, un nivel socioeconómico bajo, efectos secundarios del tratamiento, miedo a estos efectos secundarios, estrés, etc. Es importante abordar estos síntomas psicológicos porque sabemos que el estrés psicológico aumenta la actividad de la EII.
Por otro lado, y en base a publicaciones previas, sabemos que la ansiedad y la depresión están inversamente relacionadas con los comportamientos sobre la salud y con la calidad de vida en adultos con EII. Varios investigadores han observado que la ansiedad y la depresión explican la falta de adherencia al tratamiento o fallo en el cumplimiento adecuado de éste. Esto es altamente preocupante dado que esta falta de adherencia puede provocar exacerbaciones o empeoramiento de los síntomas de la EII que, a su vez, provocan un aumento de la angustia.
Por lo tanto, el cuidado de los pacientes con EII debe incluir no solo el tratamiento de los síntomas físicos, sino también el abordaje de los trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión.
El tratamiento de estos trastornos psicológicos deberá incluir diferentes estrategias tanto farmacológicas como no-farmacológicas.
Se han publicado los resultados de una revisión sistemática y meta-análisis que analiza los diferentes ensayos clínicos realizados hasta el momento de intervenciones no-farmacológicas para evaluar su efectividad en el control de la ansiedad y la depresión en adultos con EII.
Las intervenciones no-farmacológicas incluidas en esta revisión fueron: terapia cognitivo-conductual, terapia basada en la atención plena, talleres de respiración-cuerpo-mente, técnicas de relajación, terapia centrada en soluciones, yoga e intervenciones de componentes múltiples.
La evidencia mostró que la combinación de estas intervenciones no-farmacológicas ayudan a reducir la ansiedad y la depresión de forma significativa y mejoran la calidad de vida en adultos con Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
En conclusión, el análisis de los ensayos clínicos revisados nos indican que las intervenciones no-farmacológicas pueden ser una opción de tratamiento de la ansiedad y la depresión en adultos con EII. Estas intervenciones no-farmacológicas pueden considerarse como tratamiento concurrente o complementario al tratamiento farmacológico para controlar la depresión y la ansiedad en pacientes adultos con EII.
ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL
