El uso de cigarrillos electrónicos y el «vapeo» se ha hecho popular en los últimos años. Algunos fumadores han utilizado estos productos con la esperanza de que podría ayudarles a abandonar el tabaco o cuando menos, a minimizar las consecuencias negativas de la adicción a la nicotina. De acuerdo con las nuevas evidencias, en las personas con EPOC o asma, los cigarrillos electrónicos son inútiles en cualquiera de los dos objetivos.
Al ser algo relativamente nuevo, todavía hay poca información seria sobre los efectos a largo plazo de los cigarrillos electrónicos, sobre todo en segmentos específicos de población como el de las personas mayores o con enfermedades pulmonares tales como la EPOC o el Asma. La mayor parte de los organismos de salud y autoridades sanitarias desaconsejan su uso basándose no solo en la precaución, si no en las evidencias del daño que pueden provocar detectadas en laboratorio, en el impacto sobre los síntomas de enfermedades como el asma y el mayor absentismo escolar de jóvenes que «vapean». Por contra, los defensores de su uso predican sus bondades frente al tabaco tradicional, basándose en estudios con poco rigor científico publicados en revistas de escaso nivel.
Las personas con asma que utilizan cigarrillos electrónicos para dejar de fumar tienen peores resultados en las pruebas respiratorias que los que abandonan el tabaco. Además, en estos pacientes, el control de la enfermedad está comprometido.
En el caso de la EPOC, llegan nuevas evidencias de la mano de un estudio que ha analizado el impacto de los cigarros electrónicos en el seguimiento de dos grupos de personas fumadores o exfumadores a los que se hacía valoración de su posible EPOC. La investigación se ha publicado tras 3 años de seguimiento.
A pesar de que los datos todavía son limitados, los investigadores objetivaron una asociación entre el uso de los cigarros electrónicos y un peor nivel de salud. Además, las personas que recurrían a estos productos para sustituir el tabaco tradicional, no obtuvieron mejoras en los síntomas. Por supuesto, las evidencias del perjuicio eran todavía mayores en aquellas personas que utilizaban cigarrillos electrónicos y convencionales. En ningún caso se evidenciaron beneficios en el uso de cigarros electrónicos.
El estudio también puso de manifiesto otro aspecto contradictorio, y es el de que aquellas personas que recurrieron al «vapeo» en un intento de abandonar el tabaco, no lo conseguían en mayor medida que quienes simplemente abandonaban el consumo.
Peters MJ. E-cigarettes and airways’ disease: Behind the smokescreen. Respirology. 2017 Oct 19.