Una revisión de la literatura científica revela que los síntomas oculares de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal son inespecíficos y pueden no ser reconocidos por el clínico, sin embargo son tratables y se resuelven sin secuelas después del tratamiento inmediato.
Las manifestaciones clínicas de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, como la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, no están restringidas solo al tracto gastrointestinal y en una gran parte de los pacientes pueden participar otros órganos y sistemas. Estas manifestaciones oscilan entre el 12% y 35% en el caso de la Colitis Ulcerosa y entre el 25% y el 70% en la enfermedad de Crohn. De hecho entre el 6% y el 40% de los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal tienen una o más manifestaciones extraintestinales.
Las afecciones musculoesqueléticas son las manifestaciones extraintestinales más comunes seguidas por la afectación de mucosas, piel y ojos. Sin embargo, casi cualquier órgano puede verse afectado, lo que puede representar un gran desafío para los médicos.
La mayoría de los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal con manifestaciones extraintestinales tienen enfermedad intestinal activa, aunque también pueden ocurrir antes o después de aparecer los síntomas intestinales.
Una nueva revisión de la bibliografía nos revela que los trastornos inflamatorios oculares ocurren entre el 0,3% y el 13,0% de los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal, en el caso de la Colitis Ulcerosa del 1,6% al 5,4% y en la enfermedad de Crohn entre el 3,5% y el 6,8%. Por todo esto se puede concluir que la afectación ocular es más frecuente en la enfermedad de Crohn que en la Colitis Ulcerosa, sin embargo disponemos de datos contradictorios.
Los trastornos inflamatorios oculares más frecuentes en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal son:
Epiescleritis: Inflamación benigna de la episclera, que es una fina capa rica en sangre que cubre la esclerótica (membrana blanca que cubre el globo ocular). Es una de las manifestaciones oculares más frecuentes y provoca molestias moderadas con enrojecimiento agudo de uno o ambos ojos, con edema o hinchazón principalmente al lado de los vasos sanguíneos. Está en relación con la actividad de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, es decir, aparece durante los brotes y se resuelve con el tratamiento de la enfermedad intestinal. Suele repetirse y puede propagarse a la esclerótica causando escleritis.
Escleritis: es una inflamación o hinchazón de la parte blanca del ojo o esclerótica que causa dolor ocular que puede irradiar a la cara y al cuero cabelludo. Empeora por la noche y se asocia con pérdida de la visión.
Uveítis: Es la hinchazón e irritación de la úvea, capa media del ojo, que suministra la mayor parte del flujo sanguíneo a la retina. La uveitis es una de las causas del “ojo rojo”, que hace referencia a un enrojecimiento en la porción anterior del ojo, detectable a simple vista.
El control de la enfermedad intestinal es muy importante para prevenir la recurrencia de las manifestaciones oculares, aunque pueden llegar a ser necesarios esteroides sistémicos o inmunosupresores en caso de inflamación ocular grave.
Dado que puede producirse una inflamación asintomática de los tejidos oculares, se recomienda un seguimiento oftalmológico de rutina en todos los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal, principalmente antes de los cambios del tratamiento, ya que algunos fármacos pueden causar efectos adversos oculares.
Los pacientes con uso crónico o recurrente de corticosteroides sistémicos deben ser advertidos del riesgo de cataratas y glaucoma.
Concienciar a los pacientes sobre la posible participación de los ojos en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal es importante para mejorar la comprensión de su enfermedad y los resultados de salud, llevando a un diagnóstico precoz y contribuyendo al éxito del tratamiento.