Diagnóstico del Asma
El diagnóstico del asma se realiza mediante la historia clínica en la que el médico puede valorar los síntomas existentes y su relación con los factores desencadenantes como por ejemplo el ejercicio, los medicamentos, el humo del tabaco, etc
. Es importante la valoración de antecedentes familiares de asma o historia personal de alergias, rinitis, eccema, conjuntivitis o dermatitis.
Los síntomas más característico del asma son las sibilancias o pitos al respirar, la disnea, la tos y puede presentarse sensación de opresión en el pecho. Estos síntomas son de presentación variable, de predominio nocturno o de madrugada y provocados por factores que los desencadenan, tales como: el humo, el ejercicio, las emociones, las infecciones, etc.
El médico nos explora y nos ausculta pudiendo notar las sibilancias al escuchar nuestra respiración. Sin embargo, una exploración física normal no descarta el diagnóstico de asma.
La prueba básica a realizar será la espirometría para valorar la capacidad pulmonar y también pueden realizarse pruebas de alergia.
La espirometría consiste en una prueba sencilla en la que se evalúa la función pulmonar y en la que se mide la capacidad pulmonar, el volumen de los pulmones y la rapidez con los que éstos pueden moverse.
En la espirometría se toma aire profundamente hasta no poder más y luego se sopla tan fuerte y tan rápido como es posible a través de un tubo que va conectado a un espirómetro.
Esta prueba se hace para el diagnóstico y también para controlar la evolución y la respuesta al tratamiento.
Los principales valores a determinar son la Capacidad Vital Forzada (FVC) y el Volumen Espiratorio Forzado en el primer segundo (FEV1).
Los valores de referencia deben adecuarse a la edad y raza de cada paciente. La obstrucción se define como un cociente VEF1/CVF por debajo del límite inferior de los valores de referencia, que arbitrariamente se sitúa en 0,7.
Un VEF1 reducido confirma la obstrucción de las vías respiratorias y ayuda a establecer su gravedad indicando un mayor riesgo de exacerbaciones o agudizaciones.
Prueba de broncodilatación
Se basa en repetir la espirometría después de utilizar un medicamento broncodilatador y luego se comparan los resultados con la espirometría anterior.
Si los resultados de esta espirometría con broncodilatador demuestran una reducción de la obstrucción de las vías respiratorias, es decir, que el medicamento ha mejorado el paso del aíre, se dice que la prueba ha sido positiva. Esto implica una confirmación del diagnóstico de asma. Esto confirma la definición de esta enfermedad «El asma es una obstrucción de las vías respiratorias reversible» , es decir que con el tratamiento adecuado los bronquios vuelven a abrirse.
Estudio de hiperrespuesta bronquial
En algunos casos puede ser necesario realizar la prueba de hiperrespuesta bronquial o provocación bronquial que mide la sensibilidad de las vías respiratorias a diferentes sustancias.
La hiperrespuesta bronquial se define como un estrechamiento excesivo de la luz de las vías aéreas ante estímulos físicos o químicos que, habitualmente solo provocan una reducción escasa o nula del calibre de las vías respiratorias.
El estudio se realiza en el laboratorio de exploración funcional utilizando, de forma controlada, sustancias o situaciones que pueden causar broncoconstricción o estrechamiento de las vías aéreas, tales como: ejercicio, inhalación de aire frío o inhalación de diferentes sustancias o alérgenos.
Determinación de la fracción de Óxido Nítrico exhalado (FENO)
El Óxido Nítrico (su siglas en inglés, NO) es una gas que se produce en diferentes células de las vías respiratorias. El óxido nítrico está elevado en personas que sufren procesos de inflamación de las vías respiratorias como el asma; los valores en pacientes con inflamación de la vía aérea son más altos en comparación con los que se obtienen en personas sanas.
La concentración de óxido nítrico puede medirse en el aire que expulsamos con la respiración y de esta forma mediremos el grado de inflamación de las vías aéreas.
Estudio de la alergia
La alergia es una respuesta desproporcionada de nuestro organismo frente una sustancia (alérgeno) que para otras personas es inofensiva.
Los alérgenos que pueden desencadenar asma son muchos. Pueden ser sustancias que están el el aire como el polen, ácaros del polvo, hongos del ambiente, pelos de animales etc. Pero también otros productos no inhalados pueden producir asma como algunos alimentos o medicamentos.
No todas las personas con asma tienen alergia.
No todas las personas con alergia padecen de asma.
Las pruebas de alergia tienen como objetivo determinar qué sustancia puede producir una reacción alérgica en un individuo. Pueden realizarse en cualquier paciente con asma, independientemente de la edad.
Prueba de Punción epidérmica, pruebas cutáneas o test de Prick
Son pruebas de alergia que se realizan sobre la piel con el objeto de identificar qué sustancia puede desencadenar una reacción alérgica al paciente. Consisten en introducir en la piel una cantidad mínima de la sustancia, mediante unos pinchacitos con una lanceta en el antebrazo . En caso de que el alérgeno desencadene una reacción en la piel (pasados unos 20 minutos puede aparecer una roncha) se considera que el individuo tiene alergia a esa sustancia.
En algunas ocasiones es necesario ampliar estos estudio como por ejemplo realizar un análisis de sangre para medir las IgE (inmunoglobulina-E) favorecedoras de la alergia.