Otros tratamientos en la Esclerosis Múltiple
Estimulación eléctrica funcional en el pie caído
La Estimulación Eléctrica Funcional o FES (de su denominación en inglés), es un tratamiento que utiliza la aplicación de pequeñas descargas eléctricas para mejorar la movilidad en algunas situaciones. En la Esclerosis Múltiple, el FES se utiliza fundamentalmente como una forma de paliar el pie caído.
El llamado pie caído o pendular es un síntoma que puede aparecer en la Esclerosis Múltiple y otras enfermedades que afectan a la conducción nerviosa como las hernias discales. El síntoma se caracteriza porque la marcha se ve dificultada por la falta de movimiento del pie, que permanece como caído dando la sensación de arrastrarse al caminar. Como consecuencia se necesita más energía y esfuerzo para levantar la pierna, aumentando el riesgo de tropezar y de caídas. Con el tiempo pueden aparecer dolor lumbar y de cadera derivado de la forma anómala de caminar y problemas de equilibrio.
En la Esclerosis Múltiple el origen del problema está en la alteración de la conducción nerviosa procedente del cerebro, más que en los nervios a nivel de pierna y músculos, por lo que la aplicación de pequeñas descargas eléctricas en los nervios o músculos afectados puede ser útil para ayudar al movimiento. Para poder aplicar esta técnica, se requiere que no haya afectación medular ni de los nervios en la pierna.
Los aparatos utilizados son del tamaño de una baraja de cartas a los que se conectan unos electrodos que se fijan a la piel. El aparato se lleva sujeto a la pierna o la cintura. Existen versiones en las que el electrodo se implanta en el nervio mediante cirugía.
El aparato emite estímulos eléctricos cuando se activa mediante un conmutador situado en el zapato en el momento en que el pié deja de hacer presión sobre el suelo. La estimulación nerviosa ayuda a levantar el pie hasta que vuelve a apoyarse en el suelo, momento en que cesa.
El objetivo de la estimulación eléctrica funcional es permitir caminar de forma más natural y con menos esfuerzo, pero es posible que si el problema que origina la dificultad de la marcha progresa, llegue un momento en que pierda utilidad.
Como efectos secundarios pueden aparecer sensaciones de pinchazos en la piel, aunque la mayor parte de las personas no los notarán. Para resolver este problema suele bastar una estimulación a baja intensidad durante un periodo breve. Otras posibles molestias derivadas de su uso son los de irritación en la piel, que se suele solucionar con el uso de electrodos hipoalergénicos. A pesar de que su recomendación y uso se valore con cuidado para cada persona, es posible que finalmente no resulte eficaz o que se encuentre dificultad para aprovechar correctamente la estimulación al caminar.
Estimulación eléctrica mediante TENS para dolor y contracturas musculares.
La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea es una técnica que consiste en el envío de corrientes eléctricas de muy baja intensidad a puntos de la piel próximos a zonas dolorosas. Su funcionamiento se basa en principios similares a la acupuntura: la estimulación de los nervios podría reducir el dolor interfiriendo con la transmisión de las señales dolorosas. A pesar de que se carece de evidencia amplia al respecto, algunas personas pueden obtener alivio del dolor y las contracturas musculares asociadas, sobre todo si afectan al sueño.
Si tienes dudas sobre si el uso del TENS podría ser beneficioso en tu caso, consulta con el fisioterapeuta o personal de enfermería especializado.
TENS en el tratamiento de la espasticidad.
La estimulación eléctrica transcutánea (TENS) ha sido utilizada para reducir la espasticidad con éxito en otras enfermedades y situaciones, por lo que se ha propuesto su utilidad también para la espasticidad en la Esclerosis Múltiple. Los estudios clínicos hasta la fecha no parecen avalar el uso del TENS en la espasticidad en la Esclerosis Múltiple, aunque alguna experiencia ha encontrado utilidad en su uso prolongado para reducir el dolor y la contractura muscular.
Otros tratamientos
Una persona con Esclerosis Múltiple puede manejar mejor sus síntomas haciendo uso de un equipo de personal experimentado, incluyendo:
- Fisioterapia – con programas de ejercicios adaptados para mejorar la fuerza, coordinación y flexibilidad.
- Terapia ocupacional – para aprender estrategias de afrontamiento y aprender habilidades para asegurar una vida más independiente.
- Terapia neuropsicológica – incluidas las técnicas para mejorar la memoria y las habilidades cognitivas.
- Otras especialidades- según sea necesario, como logopedas, especialistas en los ojos.
Terapias alternativas
El tratamiento con fármacos o terapias físicas pueden complementarse con terapias alternativas.
Es vital comenzar la medicación para la Esclerosis Múltiple lo antes posible y continuar tomándola a largo plazo para que pueda prevenir un empeoramiento.
Dado que la medicación la vas a tomar de forma crónica, es mejor que te sientas cómodo con ella. Si los efectos secundarios no se pueden tolerar bien o consideras que el fármaco no te está ayudando, habla con tu médico, él te planteará otras posibilidades.
Otras ayudas
- Estilo de vida saludable con una buena nutrición (Ver apartado de Nutrición y Esclerosis Múltiple)
- Cambios en la casa para evitar caídas y hacerte la vida más fácil (Ver apartado Hogar y Esclerosis Múltiple)
- Trabajadores sociales – para ayuda a tu situación social y gestión de obtención de dispositivos o materiales como: silla de ruedas, sillas para baños, servicios de ayuda en las tareas de casa, servicios de limpieza domiciliaria, etc.