Sabemos que existe una diferencia de género (hombre/mujer) en relación a los marcadores preclínicos de la Artritis Reumatoide (AR), el curso de la enfermedad, las características clínicas, la respuesta al tratamiento, la carga de los síntomas y las estrategias de afrontamiento.
Sin embargo, en la literatura científica no existe un acuerdo sobre las diferencias del género y el efecto del tratamiento con metotrexato. Mientras algunos estudios informan que los hombres responden mejor a este fármaco, tanto en la Artritis Reumatoide de reciente diagnóstico como en esta enfermedad ya establecida, otros estudios informan de una respuesta baja a metotrexato en las mujeres con AR. Estas diferencias se han atribuido a factores hormonales y a un pronóstico generalmente peor y mayor discapacidad en mujeres con Artritis Reumatoide. Sin embargo, otros estudios no han demostrado diferencias de género con respecto a la respuesta al tratamiento con metotrexato.
Se han publicado los resultados de un nuevo estudio que ha investigado posibles diferencias de género sobre el funcionamiento sexual, la soledad, la depresión, la fatiga y la función física en personas con Artritis Reumatoide y especialmente en aquellas que siguen tratamiento con metotrexato.
En este estudio se han encontrado diferencias de género estadísticamente significativas tanto en el funcionamiento físico, la función sexual, la depresión y fatiga ya en el momento de inscripción al estudio entre las personas con Artritis Reumatoide usuarios o no de metotrexato.
Se encontró mayor nivel de fatiga y un impacto más negativo de la enfermedad, más síntomas depresivos y mayor disfunción sexual entre mujeres con Artritis Reumatoide que en hombres con esta enfermedad.
El estudio encontró diferencias significativas entre mujeres y hombres que seguían tratamiento con metotrexato, con peores resultados para las mujeres en varios parámetros. Además, estudios previos han descrito que el género femenino se asocia significativamente con la intolerancia al metotrexato, por lo que se considera que el ser mujer es factor predictor de falta de respuesta al metotrexato.
En este estudio se observaron puntuaciones más altas de dolor en usuarias de metotrexato que en usuarios de este fármaco.
En conclusión, en general las mujeres con Artritis Reumatoide informan de peores resultados que los hombres y esta diferencia de género también fue evidente en el subgrupo de pacientes con Artritis Reumatoide y en tratamiento con metotrexato.
Por lo tanto, las mujeres con Artritis Reumatoide se encuentran en posiciones más vulnerables que los hombres con esta enfermedad.
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