La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune inflamatoria crónica que afecta principalmente a las articulaciones. El riesgo de sufrir esta enfermedad es dos veces mayor en mujeres que en hombres, por lo que esta diferencia de género ha dado lugar a muchos estudios que exploren el impacto de las hormonas femeninas sobre el desarrollo y progresión de la Artritis Reumatoide.
Estudios previos han informado que la lactancia materna a largo plazo reduce significativamente el riesgo de desarrollo posterior de Artritis Reumatoide. Sin embargo, la edad temprana de la menarquia (primera menstruación), irregularidades en el ciclo menstrual y el ovario poliquístico aumentan el riesgo de Artritis Reumatoide. El uso de anticonceptivos orales y el número de embarazos han demostrado efectos neutrales sobre la AR. Por otro lado, se ha demostrado que la actividad de la AR disminuye durante el embarazo y aumenta en el período postparto.
La menopausia se define como el cese permanente de ovulación con niveles de estrógenos (hormona femenina) en sangre por debajo de lo normal. Ocurre alrededor de los 50 años, si la menopausia aparece antes de los 45 años se denomina menopausia precoz. Se ha establecido vínculo entre la menopausia precoz y mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, percepción del dolor, fatiga crónica, etc. Sin embargo, existen resultados contradictorios sobre el efecto de la edad de la menopausia y el desarrollo de la Artritis Reumatoide.
Un nuevo estudio evalúa los diferentes resultados clínicos en mujeres con Artritis Reumatoide y menopausia precoz en comparación con aquellas con menopausia habitual utilizando índices validados que valoran la actividad de la enfermedad y resultados informados por los pacientes. Es decir, que investiga el impacto de la edad de la menopausia sobre la actividad de la AR a lo largo del tiempo en mujeres posmenopáusicas.
Según los resultados de este estudio la menopausia precoz se asoció de forma significativa con mayor actividad de la Artritis Reumatoide, una disminución de la función física y de la calidad de vida relacionada con la salud durante un período de 5 años de seguimiento de las participantes.
Por lo tanto, y en base a estos resultados tanto la menopausia como la edad de inicio de ésta deben ser considerados cuidadosamente en la evaluación y el tratamiento de mujeres con Artritis Reumatoide. Sin embargo, se requieren más estudios para comprender el papel de las hormonas femeninas en el origen de la Artritis Reumatoide.
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